Precisamente de ahí tomé la idea. Me fascina Arjona. Tengo otra poesía contestandole a una canción de él también. Gracias, bello por tus comentarios.
Para finiquitar una contienda, no siempre es necesario ser uno quien dice la última palabra. Se proclama uno satisfecho y victorioso; cuando el argumento enemigo empieza a tornarse incoherente, vacío, desesperado y sin sentido...