Bueno, poca bola a la cocina, no calienta. Cuento otra:
Hace años era común que en los restorants en catalunya te pusieran apenas te sentabas el "pa amb tomaquet", dos llescas de pan, normalmente tostado (pan de pages, pan de campo o pan casero como e llamaría en américa), tomate de rama -de esos bien maduros-, y un par de dientes de ajo, con la aceitera -aceite de oliva- al lado, con lo que uno iba "haciendo diente" mientras oteaba la carta. Ya nó: ahora te lo cobran.
Es una tradición muy antigua de catalunya y otras tierras de la zona mediterranea. Hay quienes dicedn que cuando se construian los primeros ferrocarriles, los obreros sembraban tomates junto a las vias, y luego con el pan de varios días, y un poco de ajo y oli (aceite), se daban una panzada. Otros van más hcia atrás en el tiempo, a los pastores que cuidaban ganado en el campo, y no falta el exagerado que llega hasta los romanos, olvidando, claro, que el tomate llegó a europa luego de colón.
De cualquier modo, aunque hoy hay numerosisimas variantes del pa amb tomaquet, lo concreto es que como muchas cosas salió de la pobreza, del pan ya seco que había que tostar para recuperarlo, y del tomate que hizo furor -aunque no desde el principio- en españa.
Lo normal es esto: pan casero -de ese grandote, gordito, con mucha miga, cortado en rebanadas de cm., cm. ymedio, mejor tostado. Tomate -si de rama mejor- bien maduro que se frota por encima, y un buen aceite de oliva virgen regandoló. Los smás osados -mi caso-, antes del tomate, refriegan ajo sobre el pan, antes del tomate. Y a bodega. Se transforma en un vicio.
Es parte inseparable de la cultura gastronómica catalana, y hasta hay una "fira" (feria) del "pa amb tomaquet" todos los años en Santa Coloma de Farners, un pueblito que queda muy cerca de donde vivo, y donde espero estar -con suerte y viento a favor- el 1 de junio, que comienza el tema (ya he estado dos veces antes, el poblat hierve de gente de todos lados).
Repito: se hace un vicio.