Una cosa son las mentiras de los evangelistas, y otra muy distinta es la realidad de lo que sucedió.
9 Regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás [...].
11 Pero todas estas palabras les parecían como desatinos y no les creían.
(Lucas 24:9, 11 - Biblia de Jerusalén)