Características del cristianismo evangélico
El pentecostalismo creció mucho en adelante y pronto se adaptó a las mentalidades
populares, al vehicular las tradiciones chamánicas reformuladas con prácticas de
curación por la fe o taumaturgas. Su rápido crecimiento se produjo en detrimento de la
iglesia católica y se ha debido a la confluencia de diversos factores7.
En primer lugar, los problemas económicos de América Latina en la segunda mitad del
siglo XX, derivados del modelo de sustitución de importaciones8, sumados a la
globalización, aceleraron una urbanización desordenada de la población que afianzó la
marginalidad y el desamparo de muchas familias, en un momento en el que la iglesia
católica se encontraba politizada y sin recursos materiales y humanos para atender a las
multitudes que empezaban a poblar las periferias urbanas, un vacío que fue hábilmente
llenado por los pastores evangélicos. A ello hay que unir la influencia creciente de los
medios masivos de comunicación, que han facilitado el acceso de los ciudadanos a
nuevas ideas y creencias.
En segundo lugar, el éxito de esta doctrina exógena y su visible aceptación entre la
población latinoamericana se debe al hecho de que las iglesias evangélicas han
mostrado una mejor capacidad de adaptación que la iglesia católica, tanto en su mensaje
como en sus ritos, y han consolidado una oferta religiosa más emotiva y participativa que
la católica, así como una alternativa para aquellos que no encontraban refugio en las
creencias tradicionales. Estas comunidades nacen en respuesta a la miseria y a la
precariedad de las masas urbanas, que se organizan en torno a un «pastor» con poca
formación religiosa, «autoproclamado» y hábil en el manejo de los negocios religiosos.