No todos los preceptos del AT son leyes de hombres. Es cierto que muchas leyes del Viejo Testamento no son de Dios, sino de hombres. Pero en los mandamientos del Viejo Testamento también están los mandamientos de Dios, eso sí, los mandamientos de Dios en el Viejo Testamento son solo los que coinciden con los que Jesucristo enseña en el Evangelio y no los contradicen, por ejemplo:
No Matarás, No adulterarás, No dirás falso testimonio, Honrarás a tu padre y a tu madre y Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Estos mandamientos están escritos en el Viejo Testamento y coinciden con los que Jesucristo enseña en el Evangelio, por lo tanto SÍ son mandamientos de Dios.
Pero en las leyes y mandamientos del Viejo Testamento hay muchas tradiciones y preceptos de hombres que Dios no había mandado, y por eso Jesucristo los abolió.
Muchos no comprenden que la principal enseñanza del Evangelio es que Jesucristo vino a enseñar los verdaderos mandamientos de Dios y dejó abolido del Viejo Testamento todo lo que no era verdadera ley de Dios, pues Jesucristo había advertido que Él no había venido a abolir la ley de Dios, por tanto todo lo que abolió del Viejo Testamento solo eran preceptos de hombres.
Los misericordiosos mandamientos de Jesucristo, muy pocos los quieren guardar con amor, porque mandan NO MATARÁS y tener misericordia con todos... Prefieren a ""Pablo"" que justifica la esclavitud y la Ley de la espada...
Jesús mandó guardar los mandamientos que realmente fueron dados por Dios a Moisés y al pueblo de Israel. Y esos mandamientos son los que Jesús enseñó cuando predicó el Evangelio, y Jesús mandó guardarlos para entrar en la vida.
Solo quisiera decirte que Pedro nos avisó que las cartas de Pablo habían sido torcidas por los indoctos. Recordemos lo que dice Pedro sobre las cartas de Pablo:
Pedro 3:15
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
3:16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
3:17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.
Entonces muchas cosas que hay escritas en las cartas es muy posible que no fueran de Pablo, sino de aquellos que torcieron sus cartas. De hecho, el mismo Pablo nos advierte para que no sigamos "evangelios" diferentes al de Jesucristo, ni aunque los viniera predicando el mismo Pablo:
Gálatas 1:6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
1:7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
1:8 Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
1:9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema
Veamos ahora otro indicio que nos lleva a pensar que en las cartas de Pablo había cosas escritas que habían sido atribuidas a Pablo pero
no eran de Pablo:
2ª Tesalonicenses 2:2
... no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra.
Pero Pedro nos dice que los indoctos tuercen el evangelio
no que este torcido
Y que hacen los mismo con las demás escrituras
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)
Se te ha dicho por activa y por pasiva.
Pedro 3:15
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito,
3:16 casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.
3:17 Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
3:18 Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.