Jesucristo NO enseñó que toda Escritura es inspirada por Dios. Al contrario, abolió muchas mandatos del viejo Testamento porque no eran de Dios, pues Jesucristo no vino a abolir la verdadera ley de Dios.
Todos los mandados que Jesucristo abolió del Viejo Testamento solo eran preceptos de hombres, no de Dios. Por eso Jesucristo los abolió.
En las Escrituras solo es inspirado lo que coincide con los mandamientos que Jesucristo enseña en el Evangelio y no los contradices.