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Mi política sigue siendo la misma. Monotemática y que al que no quiere sopa...tres platos!
Me entristece que un tema tan serio, haya sido tomado a la chacota, intentos de desvió de foco, y hasta amenazas de baneo para acallar mi posición.
Cuanto miedo tienen a liberar lo que tienen dentro y hacerlo con orgullo, sin disimulos, teniendo el coraje de enfrentar al que te mira raro y gritarle: Fui yo, si…¿Y que?
¡Pero cómo se va a pensar en estas actitudes valientes, si hay usuarios que temen escribir PEDO! Llamarlo de ventosidad o flatulencia, no es tan sonoro como un verdadero*PEDO*(ni tan fragante).
Cuando un niño se tira un pedito poco más que lo aplauden en medio de risotadas. Cuando un anciano hace lo mismo, se le mira con comprensión y hasta con respeto. ¿Qué lo hace diferente a los que estamos entre esas dos etapas de la vida? ¿Tan fuerte son las inhibiciones que algo natural se transforma en tabú?
Voy a abrir una ONG, para acabar con los preconceptos y la discriminación que sufrimos los flatulentos liberales.
Siglos y siglos los fumantes lo hicieron libremente. Con el tiempo, comenzaron a ser perseguidos y su libertad territorial se fue restringiendo, pero hasta no hace mucho, en todos los restaurantes por ejemplo, tenían su lugarcito para fumar tranquilos. ¡Y estamos hablando de algo que hace mal a la salud del consumidor y del fumante pasivo!
¿No resulta paradójico que nosotros, que promovemos una conducta que beneficia nuestro aparato digestivo, seamos discriminados?
Me creo buena negociadora. Al inicio voy a aceptar que seamos guetizados, hasta conseguir la igualdad plena de derechos. Va a llegar el día en que por ejemplo. que al entrar al restaurante el encargado nos preguntará: ¿Eructo-pedosa? y me conducirá al sector de los liberados. Y ustedes…inhibidos-traumados, me mirarán (y oirán) con envidia a través de un vidrio.
Abro de par en par las ventanas de Bagunça y en algún momento continuaré.
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No seamos voceros del terrorismo.
No difundamos sus crímenes.
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