Leyendo el libro "El universo y el doctor Einstein", escrito en 1950 o así; me vino en automático a la mente una de esas conclusiones que suelen llegar solas. Es decir que la lectura de un libro, el que sea, crea en la mente de uno imágenes, ideas, conclusiones.

A mi me vino a la mente la idea de que el mundo, el macro y el microcosmos, son como una pintura. Y entonces los científicos, en representación de la raza humana, se dedican a analizar los trazos, la composición de la pintura, los tonos de color; y eso les da trabajo para muchas generaciones.

Al final, habrán aprendido mucho sobre los grumos de pintura, sobre las tonalidades y variedad de colores, sobre las pinceladas. Pero ni siquiera habrán podido contemplar ni disfrutar la pintura completa.

Por cierto, el prólogo de ese libro lo escribió el mismísimo doctor Einstein; dejando una gran reflexión sobre la pobreza espiritual. Prometo traer la cita y el nombre del autor, los debo.

Saludos.