Cita Iniciado por doonga Ver Mensaje
La navegación de nuestro aprendiz fue precisa, y nos llevó de forma certera desde el continente a galápagos, a puerto ayora en la isla Santa Cruz.
Yo hice mi navegación por mi parte, porque.... bueno.

Luego de llegar a la isla de Santa Cruz, se quedaron por ahí nuestros pasajeros
de travesía quienes emprendieron su retorno a Guayaquil.

El arquitecto naval, años mas tarde, me envió de regalo los planos de un velero del mismo estilo
que el que teníamos, pero de doce metros (cuatro metros menos), que era mi sueño de barco en ese tiempo.
Ahí tengo los planos de un velero clásico que nunca se construyó.

Nuestra estada en galápagos fue maravillosa. Pudimos recorrer casi todas las islas.
Siempre con un golpe de suerte, estando en la bahía de puerto moreno, en San Cristóbal,
un barco de turismo tuvo una lamentable falla de motor, y quedó fuera de servicio, por lo que el capitán del barco
accidentado nos contrató para realizar las excursiones locales.
Fuimos adecuadamente autorizados por la capitanía de puertos, y esos tours, aparte de mostrarnos lugares
que no habríamos conocido, nos reportaron buenos ingresos.

Uno de los pasajeros, que era reportero de una revista finlandesa y que había venido a
fotografiar las tortugas galápagos en la próxima luna, durante el período de desove,
arrendó nuestro velero con tripulación para que pudiese llegar en la fecha.
Así que, con dos de los nuestros, emprendí esa travesía de varios días con sus noches.

Mientras estábamos anclados en un puerto pésimo en la costa este de la isla,
el reportero y uno de los tripulantes desembarcaron para escalar el volcán,
mientras yo permanecía a bordo con el otro.
El reportero llevó mi cámara, con la cual tomaría un rollo para mí del evento.
No hay nada peor que una noche con oleaje, anclado en un mal puerto. Afortunadamente con luna llena.

De retorno a San Cristóbal, ya con nuestra tripulación completa reunida
navegamos de vuelta a Santa Cruz para reabastecernos y emprender la travesía hacia las islas marquesas.
Muy buen relato estimado amigo, la vela es siempre una aspiración no al alcance de todos. El mar ha sido siempre un tropiezo para mi, yo trabajé años en el ministerio de pesca de mi país.