Cuando tienes autoridad protectora y todas las tonterías que dices tienen que ser respetadas porque si no hay represión.
He ahí el dilema de la libertad de expresión:

El poder seguir viviendo aunque haya gente que no piense como nosotros.

Donde todos piensan igual, en realidad no se piensa mucho.

¿"Tonterías"? ¿Quién determina lo que es tontería o no? ¡Luego llegan orates que hasta quieren prohibir los sacramentos!

No hay para donde hacerse, uno tiene que aguantarse ante las opiniones contrarias y se acabó.

Con sus excepciones a la regla de siempre, claro.