Cita Iniciado por conde78 Ver Mensaje
Hola, buen día! Pues soy nuevo en esto de los foros, estudiante de primer semestre de contaduría, y me llamo la atención tu comentario; ya que solía pensar casi como tu, solo que a través de los años y la experiencia, me he dado cuenta que si bien los factores que tu mencionas son ciertos en algunos casos, el éxito no depende de ellos, como dices, nosotros marcamos nuestro propia suerte, pero..¿de que manera? Alguien por ahí me decía que los judíos son ricos por algunas circunstancias de su cultura, no recuerdo muy bien, pero las que mas me recuerdo son estas: 1.-NO gastes en lo que no necesitas, 2.- Épocas de crisis, tiempo de oportunidades. Estas dos, entre otras, creo son muy útiles para hacer un ejemplo de un emprendedor. Y es que este, el futuro emprendedor exitoso, aprovecha las oportunidades de esa manera,es decir, si tiene una oportunidad, la toma, gasta en lo que necesita, no ahora tal vez, pero si después; en cada situación, y aunque suene frío, sabrá sacar ventaja. Son solo pequeños ejemplos que yo entiendo. Mi abuela decía sabiamente, un buen comerciante sabe cuando comprar y cuando vender, así que, como ellos, compra cuando te vendan y vende cuando te compren.
Espero no aburrirte con mis cuentos, es algo que he aprendido, y que nunca es tarde para llevar a cabo.
Saludos.
Hay un sesgo en ese cuento . . .

Hay judíos viviendo sin techo en las calles, judíos naciendo en la pobreza, y judíos nadando en dinerales. ''JUDÍO'' no es una categoría que abarque la multiplicidad de posibilidades.
Dicho eso, un niño que recoge plástico y cartones en la calle para poder comer ese día mismo, ha quedado afuera de tu ecuación, de tu 'cuento' como le llamas. No es lo mismo nacer en un barrio donde solo por habitar ahí eres acosado por la policía, que ser alguien con ciertos recursos básicos como 3 comidas al día aseguradas, cama, baño, higiene en general, sanidad en el mismo barrio, etc. Tampoco seguir esas reglas te salva de las inestabilidades económicas, incertidumbre que no le pesa tanto a un gran empresario cuyas pérdidas no le afectan su integirdad física de forma directa y/o fatalmente.