Los Testigos de Jehová eran identificados en los campos de concentración
Nazi mediante un
triángulo púrpura.
En los campos de concentración de la
Alemania Nazi, los Testigos de Jehová que eran ciudadanos alemanes, podían ser liberados con tan solo firmar una carta renegando de su
fe.
Los testigos publicaron una obra que se conoce como
Perspicacia para comprender las Escrituras contiene artículos sobre más de 3.000 personajes bíblicos e información sobre 97 diferentes naciones, tribus y pueblos, más de 1.000 artículos relativos a lugares geográficos, más de 90 que tratan sobre la flora y unos 100 sobre la fauna. Además, 105 artículos sobre temas bíblicos de importancia.
El sitio web de los Testigos de Jehová jw.org, es el más traducido del mundo, actualmente disponible en más de 1000 idiomas, superando a sitios web como el de la Wikipedia, el del Vaticano, etc.
Recientemente la organización de los Testigos de Jehová logró un hito en la traducción de la Biblia, tradujo completamente la
Biblia en
lenguaje de señas inglés, fueron los primeros en lograr este impresionante hecho.
Los Testigos de Jehová predican en 240 países y territorios, hay tres países donde no hay miembros de los testigos, por la ideología de estos países que no permiten ninguna religión.
Durante el año de servicio 2019, se gastaron más de 224 millones de dólares en el cuidado de los precursores especiales, misioneros y superintendentes de circuito en sus asignaciones. En las sucursales sirven 20.858 miembros de la Orden Mundial de Siervos Especiales de Tiempo Completo de los Testigos de Jehová.
El país que más testigos tiene es
Estados Unidos, con más de 1.2 millones de publicadores.
El país que más Testigos de Jehová tiene en prisión por sus creencias es
Corea del Sur. Como promedio, cada mes se condena a 45 Testigos de Jehová a un año y medio de prisión. Por no participar en el servicio militar, en 2012, habían encarcelados unos 750.
Charles Taze Russell no fue el primero en señalar 1914 como el fin de los siete tiempos de la profecía de
Daniel (profeta), sino un clérigo inglés llamado E. B. Elliott, en 1844.
En la década del 50, periódicos de Estados Unidos acusaron a los Testigos de ser comunistas.