Cita Iniciado por KIMO Ver Mensaje
Eso fue lo que hizo el apóstol Pablo.
Recordemos que él exclamó:
“¡Hombre desdichado que soy!”,
pero luego pasó a decir:
¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!”,
que “me amó y se entregó por mí
” Romanos 7:24,*25;...

Veamos lo que nos dice la cita que nos recuerdas:

Romanos 7:22
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
7:24 ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.

Pablo dijo esas cosas porque había sido un seguidor de la ley del Antiguo Testamento (la ley del pecado) y llevaba esa ley en su carne, pero entendió muy bien que Jesucristo, con sus mandamientos del Evangelio (la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús, que es la verdadera Ley de Dios), había anulado los mandatos de muerte del Antiguo Testamento (la ley del pecado y de la muerte, que no es la verdadera Ley de Dios, sino mandatos de hombres), y Pablo nos dio a entender que los que seguían esos mandatos eran los que andaban conforme a la carne (conforme a preceptos de hombres), y no conforme al Espíritu (conforme a la verdadera ley de Dios, que es la ley del Evangelio), pues así dijo Pablo:

Romanos 8:1-2
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Y es que Pablo anduvo conforme a la carne porque antes había sido fariseo celoso de la ley judía del pecado y de la muerte del Antiguo Testamento y por ello perseguidor de los cristianos, pero después comprendió que Jesús, con su ley del Espíritu vida del Evangelio, anuló aquella ley de muerte del Antiguo Testamento, que contenía muchos preceptos de hombres y por eso Pablo dio a entender que los confiaban en esos preceptos de hobres del Antiguo Testamento eran los que confiaban en la carne, y Pablo los tuvo por basura por seguir a Cristo:

Filipenses 3:2-9
Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura,