Cada quién haciendo su amarillismo cual harina para su costal . . .

Con 638 muertos y más de 31.000 infectados, el brote del nuevo coronavirus 2019-nCoV ha sembrado pánico en la sociedad y en los medios de todo el mundo. Mientras, otras enfermedades, como la gripe estacional, el sarampión o el paludismo, causan decenas de miles de muertes cada año, pero no acaparan tanta atención.

Según los datos de la OMS, las epidemias anuales de gripe en todo el mundo provocan entre 3 y 5 millones de casos de enfermedades graves y entre 290.000 y 650.000 muertes respiratorias. Tan solo en EE.UU., la influenza ya ha provocado esta temporada unos 19 millones de enfermos, 180.000 hospitalizaciones y 10.000 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Por otro lado, mientras la gripe y el nuevo coronavirus tienen un nivel de contagio moderado —sus 'números básicos de reproducción' (R0), que miden el número promedio de personas que contraen el virus de un solo infectado, son aproximadamente 1,3 y 2,2, respectivamente—, hay otras enfermedades mucho más contagiosas. Una de ellas es el sarampión, cuyo R0 se estima en entre 12 y 18, lo que significa que cada infectado puede contagiar a entre 12 y 18 otras personas. A pesar de que existe una vacuna segura y económica para prevenirlo, en 2018 hubo unos 9.769.400 casos de sarampión en el mundo y 142.300 muertes relacionadas, la mayoría entre niños menores de cinco años, según la OMS.

Las enfermedades transmitidas por mosquitos también han provocado epidemias con un gran impacto en los últimos años. Alrededor de 405.000 personas murieron por malaria en 2018, con un total de 228 millones de casos de esta enfermedad en el mundo. Entretanto, se estima que más del 40 % de la población mundial está en riesgo de infección por dengue, que causa 390 millones de infecciones y hasta 25.000 muertes anualmente en todo el mundo.