Cita Iniciado por Kevlin Ver Mensaje
Cuando Pablo irrumpe en medio de las congregaciones cristianas presentándose a sí mismo como nuevo “apostol”, a quien enfrenta primero es a Pedro y contra él se conduce con prepotencia y autoridad y lo escarmienta severamente “y le resistí cara a cara”, como él mismo lo escribe en (Gálatas 2).

El problema de Saulo con Pedro estaba motivado en las raíces judías de aquel cristianismo inicial que él estaba determinado a cancelar, por eso muy pronto toma el tradicional culto de sacrificios judío y lo reinterpreta ya que observando que los judíos ortodoxos quieren apaciguar a una supuesta ira de Dios, Pablo declara sencillamente, que la sangre que ha derramado Jesús ha servido como expiación para Dios (Romanos 3: 25), de manera que los sacrificios de animales ya no serían necesarios.

¿Quien tuerce aquí...?
Bueno,..
Cuando llegó a Jerusalén Pablo se encontró
con que los hermanos no creían que fuese un discípulo de Jesús.
Sin embargo, Bernabé vino en socorro de él
y lo condujo a los apóstoles,
al parecer Pedro y Santiago el hermano del Señor
Pablo se quedó con Pedro
por quince días.

Y mientras estuvo en Jerusalén,
habló intrépidamente en el nombre de Jesús.
Cuando los hermanos se enteraron de que por esta causa
los judíos de habla griega intentaban matarlo,
“lo llevaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso”.
(Hch 9:26-30; Gál 1:18-21.)

Unos hombres de Judea fueron a Antioquía afirmaron
que los que no eran judíos tenían que circuncidarse
en conformidad con la ley mosaica para poder alcanzar la salvación.

Y Pablo y Bernabé
no estuvieron de acuerdo con esta proposición.

Pero, Pablo, aunque era un apóstol,
no asumió la responsabilidad de zanjar el asunto por su propia autoridad. Acompañado de Bernabé, Tito y otros, fue a Jerusalén
para plantear la cuestión ante los apóstoles
y los ancianos de la congregación.

Alli se decidió que no se requería la circuncisión
de los creyentes gentiles, aunque sí deberían mantenerse
libres de idolatría, comer y beber sangre e inmoralidad sexual.


Además de preparar una carta en la que exponían esta decisión,
los hermanos de la congregación de Jerusalén
enviaron a Judas y Silas como sus representantes
para aclarar el asunto en Antioquía.


Además, en una consideración con Pedro, Juan y el discípulo Santiago,
se concordó en que Pablo y Bernabé continuaran
predicando a los gentiles incircuncisos.
(Hch 15:1-29; Gál 2:1-10.)

Y un tiempo después,
Pedro fue personalmente a Antioquía de Siria
y se asoció con los cristianos gentiles.
Pero cuando llegaron ciertos judíos de Jerusalén,
Pedro, probablemente llevado por el temor a los hombres,
se separó de los gentiles, obrando de este modo contra la dirección del espíritu, dirección que indicaba que las distinciones carnales
no contaban para Dios.


Incluso Bernabé se desvió. Una vez que se dio cuenta de esta situación,
Pablo valerosamente censuró a Pedro delante de todos, ya que su comportamiento era perjudicial para el progreso del cristianismo
. (Gál 2:11-14.)