Iniciado por
Manugar
Marianico183 perdona que me meta en tu interesante hilo. Pero me gustaría, para los que viven fuera de España, aclarar el tema de Cataluña porque seguro que les será un tanto incomprensible.
Como suele pasar en todos los delitos, hay datos y hechos ocultos que explican lo sucedido y señalan con claridad a los culpables. Pero aquí además de los delincuentes directos, hay "Cooperadores necesarios" que han sido muy necesarios.
Dice la ley española que el "cooperador necesario" es aquella persona que participa con actos relevantes en la comisión de un hecho delictivo, pero no es el autor directo del mismo. Y que a la hora de castigar sus conductas, se les deben imponer las mismas penas.
La conducta traidora de, según los propios independentistas, más o menos la mitad de los habitantes de Cataluña, no es un hecho ocasional. Es el resultado de años y años, viciando, pervirtiendo, coaccionado y sobre todo engañando a la población catalana en general, pero sobre todo con un estudiado plan de "lavado de cerebro" a medio plazo, de las nuevas generaciones.
Siguiendo las tácticas reconocibles de sectas y organizaciones mafiosas. Los dirigentes catalanes -que por cierto no son más que mediocres imitadores de la delincuencia etarra- aprovecharon el convenio admirable de todos los españoles en "la transición" para, infiltrados en el gobierno nacional y en el de su propia tierra, ir implementando sus planes.
El más ambicioso sin duda es, la gran falacia de su "deseo romántico" por recuperar la lengua catalana en el ámbito escolar. Como es evidente hoy, en realidad lo que se pretendía era alienar las mentes inocentes de los más pequeños.
El plan siguió un proceso establecido. De ser una asignatura optativa en los colegios, paso a ser obligatoria; Luego a utilizarse como lengua vehicular para todas las materias; Después a ser un requisito imprescindible para hacer los colegios "concertados" o no; Y finalmente una imposición intransigente de facto para autorizar la labor docente en Cataluña.
Así con el control total en este ámbito, se fue introduciendo entonces cambios y distorsiones esperpénticas en la narración de la historia de España que han calado, por su puesto, en la ingenuidad inocente de los alumnos.
En paralelo con esta estrategia sectaria, la organización mafiosa fue haciendo su labor. Y en la economía catalana es difícil encontrar empresas que no hayan -o estén aun hoy- sometidas al chantaje desde sus propias instituciones locales.
Hoy ya no es posible ocultar los delitos que varios "Honorables" catalanes cometieron durante décadas en su "querido país". Pero estos no son nada más que los "capos de la cosa nostra" que fueron investigados. La red mafiosa es mucho más amplia, y en una tierra que se caracteriza especialmente por su amor a la "pela" (quiere decir: "dinero", para los que no sois de aquí) el entramado que se ha conseguido es apabullante.
¿Ahora cuál es la única manera de conservar y afianzar esta supremacía de la delincuencia?.
Pues usando la misma fórmula que se ha usado toda la vida: "Hacer culpable de nuestras penas a un tercero."
La culpa de que haya una crisis económica mundial que nos afecta a todos, es según la versión catalana, porque "España roba a los catalanes". No porque la mafia de los Pu*ol y compañía hayan estado extorsionando durante décadas a sus empresarios y hayan recrudecido las condiciones ventajosas que desde el franquismo beneficiaban a la industria Catalana.
Es así, ahora en este momento, cuando se evidencia finalmente la participación de los "cooperadores necesarios" instalados en el poder judicial central y autonómico, en las fuerzas del orden, y en el congreso y el gobierno español. Si esos cooperadores no hubiesen facilitado los consecutivos pasos en favor del golpismo catalán, hoy no habría media población catalana manifestándose y destrozando sus propias ciudades. Ni habría golpistas encarcelados a punto de ser indultados, o peor aún fugados de la ley, mintiendo por televisión.
Finalmente, para los que viven fuera de España, hay que desvelar el paradigma del sistema judicial español que es el que determinará como va acabar todo esto: "la justicia funciona para defender al delincuente, no a las víctimas."
¡Así de simple!.