La Biblia enseña que Jesús vivió en el cielo antes de venir a la Tierra.

Por ejemplo, además de predecir que el Mesías nacería en Belén,
el profeta Miqueas indicó que su origen tuvo lugar en
“tiempos tempranos” (Miqueas 5:2).

De hecho, el propio Jesús dijo en muchas ocasiones que
antes de nacer como hombre había vivido en el cielo

Allí era una criatura espiritual
que disfrutaba de una relación especial con Jehová.