Los israelitas como nación se mostraron infieles a Jehová casi todo el tiempo. Eso fue así desde el mismísimo año en que fueron liberados de Egipto. A ellos se les dió una forma de solicitar perdón por sus continuos errores mediante el sacerdocio levítico, porque estaba previsto que como personas imperfectas nunca iban a poder ser fieles a una ley perfecta. Ellos descuidaron su relación con Dios, y lo disgustaron muchas veces.
Aunque como nación le fallaban continuamente a Dios, desde reyes, jueces hasta sacerdotes, siempre hubo profetas fieles a Jehová, y algunos reyes que hicieron que la nación se volviera a Dios. La adoración pura a Dios no dependía de si la nación lo abandonaba o no; las leyes estaban escritas y siempre hubo personas que fueron fieles a Dios. El comportamiento del pueblo no definió ni la verdad, ni la existencia de Dios, ni la forma en que Dios debía ser adorado.
El judaísmo pronto dejó de ser una religión dedicada a servir a Jehová de la forma que Él exigía, y se convirtió en una religión llena de tradiciones e ideas humanas. Pretendían servir a Jehová, pero ya Jehová no aprobaba la forma en que ellos pretendían adorarlo. Cuando Jesús fue hombre, quiso traer de vuelta a la nación a Jehová, pero ellos no aceptaron su mensaje, como mismo no habían aceptado el mensaje de otros enviados de Jehová, profetas fieles que enviaba con mensajes en Su nombre. Mataron a muchos enviados de Dios, y al final mataron al propio Mesías enviado de Dios.
La forma de adorar a Dios no depende de las cosas que los judíos hicieron, sino adorarle de la forma que Él aprueba. En ese sentido, ningún "conquistador" puede afectar la relación que los fieles tengan con Dios, como ninguno pudo hacer que los fieles se mantuvieran fieles, como Daniel y los tres hebreos, Jeremías, Esdras, Nehemías y tantos más.
2Tim.3:13 (...) los hombres inicuos e impostores avanzarán de mal en peor, extraviando y siendo extraviados.
Dan.11:33 Y tocante a los que tienen perspicacia entre el pueblo, impartirán entendimiento a los muchos. (...)
... 12:10 Muchos se limpiarán y se emblanquecerán y serán refinados. Y los inicuos ciertamente actuarán inicuamente, y absolutamente ningún inicuo entenderá; pero los que tengan perspicacia entenderán.