SIGLOS antes de la era cristiana,
Jehová mencionó al fiel Abrahán el medio que utilizaría
para que se bendijeran “todas las naciones de la tierra” (Gén. 22:18).

También inspiró a Salomón a poner por escrito
una obligación fundamental del ser humano:
“Teme al Dios verdadero y guarda sus mandamientos.
Porque este es todo el deber del hombre” (Ecl. 12:13).