(Efesios 1:7) Por medio de él conseguimos la liberación por rescate mediante su sangre, sí, el perdón de nuestras ofensas, según las riquezas de la bondad inmerecida de Dios.
(Hechos 20:28) Cuídense ustedes mismos y cuiden del rebaño, del cual el espíritu santo los nombró superintendentes para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre de su propio Hijo.
(Romanos 3:25) Dios lo presentó a él como ofrenda de reconciliación mediante la fe en su sangre. Esto lo hizo para demostrar su propia justicia, porque Dios fue paciente y perdonó los pecados del pasado.
(Apocalipsis 5:9) Y cantan una canción nueva que dice: “Mereces tomar el rollo y abrir sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu, lengua, pueblo y nación.