La puerta ancha por la que entran muchos es perseguir y matar a los enemigos. La puerta estrecha por la que no quieren entrar muchos es la misericordia y el perdón, y siempre recordar el mandamiento de Jesucristo:
"Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen...." (Mateo 5...)
Muchas religiones y muchos religiosos, por diferentes motivos, predican que los cristianos pueden matar a sus semejantes que cometen ciertas faltas graves, y justifican las penas de muerte en muchos casos... Estos religiosos que aceptan como si fueran ley de Dios las penas de muerte, se justifican en muchas leyes del viejo testamento... Pero, ¿qué nos dice el Evangelio sobre las penas de muerte y el respeto a la vida de las personas? El Evangelio nos dice: 'No Matarás', y tambien: 'El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella' (Juan 8:1-11). Con estas enseñanzas, Jesucristo quitó toda autoridad a todo hombre para matar a sus semejantes