Filipenses 2:5, 6:
VV (1934) dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: El cual, siendo en forma de Dios, no tuvo por usurpación ser igual á Dios”. (Scío tiene la misma fraseología. VM dice: “no estimó el ser igual a Dios como cosa a que debía aferrarse”.) Sin embargo, en NM la parte final de este pasaje dice: “quien, aunque existía en la forma de Dios, no dio consideración a un arrebatamiento [griego: har·pag·monʹ], a saber, que debiera ser igual a Dios”. (NC, EH (1964), Str, FF transmiten la misma idea.)
¿Cuál idea concuerda con el contexto? El versículo 5 aconseja a los cristianos que imiten a Cristo en el asunto que se está considerando. ¿Pudiera instárseles a no pensar que fuera una “usurpación”, sino su derecho, ‘ser iguales a Dios’? ¡Por supuesto que no! Sin embargo, pueden imitar al que “no dio consideración a un arrebatamiento, a saber, que debiera ser igual a Dios”. (Compárese con Génesis 3:5.) Una traducción de esa índole también está de acuerdo con Jesucristo mismo, quien dijo: “El Padre es mayor que yo”. (Juan 14:28.)
The Expositor’s Greek Testament dice: “No podemos hallar ningún pasaje en el que [har·paʹzo] o alguna de sus formas derivadas [incluso har·pag·monʹ] tenga el sentido de ‘mantener en posesión’ o ‘retener’. Parece que significa, de manera invariable, ‘apoderarse de’, ‘arrebatar violentamente’. Por consiguiente, no es permisible deslizarse del verdadero sentido de ‘intento de agarrar’ a uno que es totalmente diferente: ‘adherirse a’” (Grand Rapids, Michigan; 1967, edición dirigida por W. Robertson Nicoll, tomo III, págs. 436, 437).
Colosenses 2:9:
VV (1934) dice: “En él [Cristo] habita toda la plenitud de la divinidad [griego: the·oʹte·tos] corporalmente”. (Un pensamiento parecido se transmite por la traducción del versículo en NBE, VM, BJ, NC y BC.) NM dice: “Es en él que mora corporalmente toda la plenitud de la cualidad divina”. (CI dice: “esencia divina”; VP [Nuevo Testamento, 1966]: “la naturaleza de Dios”. Compárese con 2 Pedro 1:4.)
Obviamente no toda traducción ofrece la misma interpretación de Colosenses 2:9. Pero, ¿cuál está de acuerdo con el resto de la carta inspirada a los Colosenses? ¿Tenía Jesús en sí mismo algo que fuera de él por ser él Dios, parte de una Trinidad, o es la “plenitud” que mora en él algo que llegó a ser de él por decisión ajena? Colosenses 1:19 (VV [1977], BC) dice que toda la plenitud moraba en Cristo porque “tuvo a bien el Padre” que así fuera. LT dice que fue porque “Dios quiso”.
Considere el contexto inmediato de Colosenses 2:9: En el versículo 8 se advierte a los lectores que no vayan a dejarse extraviar por los que abogan por la filosofía y las tradiciones humanas. Se les dice en cuanto a Cristo que “ocultados en él están todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” y se les insta a ‘andar en él’ y a estar “arraigados y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe” (versículos 3, 6, 7). Es en él, y no en los originadores o maestros de la filosofía humana, en quien mora cierta “plenitud” preciosa. ¿Estaba el apóstol Pablo diciendo aquí que la “plenitud” que habría en Cristo convertía a Cristo en Dios mismo? No de acuerdo con Colosenses 3:1, donde se dice que Jesucristo está “sentado a la diestra de Dios”. (Véanse VV, TA, BJ, VM.)
Conforme al Greek-English Lexicon, de Liddell y Scott, the·oʹtes (la forma nominativa de la cual se deriva the·oʹtetos) significa “divinidad, naturaleza divina” (Oxford, 1968, pág. 792). El que en verdad sea “divinidad”, o de “naturaleza divina”, no hace a Jesús, como Hijo de Dios, coigual ni coeterno con su Padre, tal como el hecho de que todos los humanos compartan “humanidad” o “naturaleza humana” no los hace coiguales ni hace que tengan la misma edad.
Tito 2:13:
VM dice: “Aguardando aquella esperanza bienaventurada, y el aparecimiento en gloria del gran Dios y Salvador nuestro, Jesucristo”. (NC, VP y BJ lo expresan con una fraseología semejante.) Sin embargo, NM dice: “Mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del Salvador nuestro, Cristo Jesús”. (PB lo vierte de manera parecida.)
¿Cuál traducción concuerda con Tito 1:4, donde se habla de “Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Salvador”? Aunque las Escrituras también dicen que Dios es un Salvador, este texto claramente distingue entre él y Cristo Jesús, aquel mediante el cual Dios provee salvación.
Algunas personas afirman que Tito 2:13 indica que Cristo es tanto Dios como Salvador. Es interesante que en VM, NC, VP y BJ se vierte Tito 2:13 de tal modo que pudiera interpretarse que el texto permite dicho punto de vista, pero estas versiones no siguen la misma regla al traducir 2 Tesalonicenses 1:12. En The Greek Testament [El Testamento Griego] Henry Alford declara lo siguiente: “Yo diría que [una traducción que distinga claramente entre Dios y Cristo, en Tito 2:13] satisface todos los requisitos gramaticales de la oración; que es más probable tanto en sentido estructural como contextual, y más en conformidad con el modo de escribir del Apóstol” (Boston, 1877, tomo III, pág. 421).
Véase también el apéndice de la edición con referencias de NM (en inglés) de 1984, págs. 1581, 1582.
Hebreos 1:8:
VM dice: “Del Hijo empero se dice así: ‘¡Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos!’”. (VV, NBE, EH (1976), TA, BJ, NC lo vierten de manera parecida.) Sin embargo, NM dice: “Pero con respecto al Hijo: ‘Dios es tu trono para siempre’”. (AT, Mo, TC, By comunican la misma idea.)
¿Cuál manera de verter el texto está en armonía con el contexto? Los versículos precedentes dicen que es Dios quien habla, no que se le esté hablando a él; y el versículo siguiente utiliza la expresión “Dios, el Dios tuyo”, lo cual muestra que aquel a quien se está hablando no es el Dios Altísimo, sino un adorador de ese Dios. En Hebreos 1:8 se cita de Salmo 45:6, que originalmente se dirigió a un rey humano de Israel. Obviamente el escritor bíblico de este salmo no pensaba que este rey humano fuese el Dios Altísimo. Más bien, en LT Salmo 45:6 [marcado 45(44):7], dice: “Tu trono, como el de Dios, permanece para siempre”. (En el mismo lugar NBE dice: “Tu trono, como el de un Dios”. Y EH [1976]: “Tu trono, cual de Dios, es eterno”.) De Salomón, que posiblemente haya sido el rey a quien originalmente se dirigió el Salmo 45, se decía que se sentaba “sobre el trono de Jehová” (1 Cró. 29:23, NM). En conformidad con el hecho de que Dios es el “trono”, o Fuente y Sustentador de la dignidad real de Cristo, Daniel 7:13, 14 y Lucas 1:32 muestran que Dios confiere dicha autoridad a él.
En Hebreos 1:8, 9 se cita de Salmo 45:6, 7, con relación al cual el escriturario B. F. Westcott declara: “La LXX. permite dos formas de verter el texto: [ho the·osʹ] puede tomarse como vocativo en ambos casos (Tu trono, oh Dios, [...] por tanto, oh Dios, el Dios tuyo [...]) o se puede tomar como el sujeto (o el predicado) en el primer caso (Dios es tu trono, o tu trono es Dios [...]), y en aposición a [ho the·osʹ sou] en el segundo caso (Por tanto Dios, aun tu Dios [...]). [...] Difícilmente es posible que en el original se pueda dar el tratamiento de [’Elo·himʹ] al rey. Por tanto, la suposición está contra el creer que [ho the·osʹ] sea vocativo en la LXX. Así, a fin de cuentas parece mejor aceptar en la primera cláusula la traducción: “Dios es Tu trono (o: Tu trono es Dios), o sea: ‘Tu reino está cimentado sobre Dios, la Roca inmovible’”. (The Epistle to the Hebrews [La epístola a los hebreos], Londres, 1889, págs. 25, 26.)
1 Juan 5:7, 8:
VV (1934) dice: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra, el Espíritu, y el agua, y la sangre: y estos tres concuerdan en uno”. (TA también incluye este pasaje trinitario.) Pero NM no incluye las palabras “en el cielo, el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo: y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra”. (FS, NBE, NBL, BJ, NC también omiten este pasaje trinitario. VM lo incluye, pero tiene una nota explicativa al margen; VV [1977] lo pone entre corchetes, y en una nota al margen de Mateo 1:25 dice sobre el uso de corchetes en esa traducción: “Los corchetes indican pasajes omitidos por algunos de los principales MSS.”.)
Con relación a este pasaje trinitario, F. H. A. Scrivener, crítico textual, escribió: “Declaramos sin vacilación que estamos convencidos de que estas palabras disputadas no fueron escritas por San Juan; que originalmente se introdujeron del margen —donde habían sido colocadas como una glosa piadosa y ortodoxa sobre el v. 8— a copias latinas del África; que del latín se introdujeron furtivamente en dos o tres códices griegos posteriores, y de allí al texto griego impreso, lugar al cual no tenían derecho legítimo” (A Plain Introduction to the Criticism of the New Testament [Una introducción sencilla al criticismo del Nuevo Testamento], Cambridge, 1883, tercera edición, pág. 654).