Sobre el tema:
Este es el texto diario que todos los testigos leemos en el día de hoy:
Martes 12 de marzo
Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño del mundo (Col. 2:8).
El apóstol Pablo escribió su carta a los colosenses al final de su primer encierro en Roma, tal vez en el año 60 o 61. En ella les habló de la importancia de llegar a tener “comprensión espiritual”, es decir, la capacidad de ver las cosas como las ve Jehová (Col. 1:9). También les dio esta advertencia: “Esto lo digo para que nadie los alucine con argumentos persuasivos”. Y añadió: “Cuidado: quizás haya alguien que se los lleve como presa suya mediante la filosofía y el vano engaño según la tradición de los hombres, según las cosas elementales del mundo y no según Cristo” (Col. 2:4, 8). Luego les explicó por qué son incorrectas algunas ideas populares y por qué el modo de pensar del mundo puede atraer a las personas imperfectas. Por ejemplo, puede hacer creer a alguien que es más inteligente o mejor que los demás. Así que Pablo les escribió esta carta para ayudarlos a rechazar el modo de pensar del mundo y otras cosas malas (Col. 2:16, 17, 23).
(El subrayado es mío).
Nadie tiene que ponerse por encima de los demás. Aun así, si una persona está enferma, no puede creer que sabe más que el doctor para poderse automedicar. Si a uno se le rompe la computadora, no la desarma para arreglarla, sino que busca a un técnico ... y así.

El reconocer que otros saben más que uno sobre ciertas cosas, es parte de la humildad de la que habla nuestro texto de hoy. Todo lo que cualquier persona sabe lo ha escuchado y aprendido de otros, y al final, siempre hay UNO que está por encima de todos.