Hola Sharon1200. La homosexualidad es un síndrome, y como tal, se nace con ello. No se trata de una enfermedad, pero sí una anomalía genética que inclina al individuo hacia una tendencia sexual distinta a la normal, esto es, a la del sexo opuesto. Utilizo aquí la palabra normal sin ninguna connotación peyorativa dado que entiendo como "normal" la situación más habitual.
Los síndromes no tienen porqué ser negativos. Por ejemplo los individuos superdotados también padecen un síndrome genético que les hace ser distintos al resto. Igual que los muy altos, muy bajos, con una vista kilométrica o un oido que ya quisiera un murciélago.
De hecho si nos atenemos a la experiencia la homosexualidad lleva aparejada un coeficiente mental superior a la media. Porque como decía mi madre "no verás a un maricón pasando hambre". Y no es sólo porque al sufrir mucha discriminación se hacen más duros ante la adversidad. El homosexual en sí, sea hombre o mujer, suele ser una persona muy despierta, con grandes reflejos y con una capacidad de discernimiento superior al resto. ¿Porqué? No tengo ni idea, pero a las pruebas me remito. Te resultará muy difícil encontrar a un homosexual trabajando de peón de obra. Y al tiempo te será sencillo encontrarlo como director de algo. En eso se parecen bastante a los argentinos.
Concluyo respondiendo a la pregunta del hilo: el homosexual nace con dicha cualidad, y no se hace como intentan hacer creer algunos. Es genético. E incluso si te fijas bien el hecho homosexual tiene pequeñas diferencias anatómicas y de aspecto externo respecto al no homosexual. Porque otra cosa es la homosexualidad que surge como fruto de la perversión sexual, nacida con el ánimo de probar "cosas distintas". Realmente observarás que a un chico homosexual real le darán asco las mujeres, esto es, realizar el acto sexual con ellas; de la misma forma que a un hombre heterosexual le dará reparo hacérselo con un hombre. Por cierto que la condición sexual de cada uno no se elije, sino que se tiene. Si a ti te gustan los hombres, te gustarán no porque tú lo hayas elegido, sino porque te gustan y ya está. Ídem si te gustan las mujeres.