Supongo que esto puede tener su aplicación específica en el caso de miembros de la Iglesia que no se comportan como los fieles. Pero, también me doy cuenta que lo usas como ejemplo de la clase de personas con las que no es aconsejable unirse en hermandad.
Cuando visité a los testigos de Jehová, tal vez no incurrí en error porque normalmente estos no son fornicarios, avaros, idólatras, maldicientes, borrachos o estafadores... Y, no estoy seguro, pero me parece que sí, alguna vez comí con ellos.
Yo, los llegué a considerar amigos. No eran mis hermanos en todo de talle de la fe que yo poseía y practicaba, pero para mí eran hermanos en la fe de la bondad, del amor, de lo sincero, de lo divino y de lo justo.
Y yo creo, que como los testigos de Jehová no son fornicarios, idólatras, adúlteros, afeminados, no se echan con varones, no son ladrones, avaros, borrachos, maldicientes, ni estafadores, bien podrían ser en esto, herederos del reino de los cielos.
Pero, también se me viene a la mente en este momento las acusaciones que le hacían a Cristo de comer con publicanos y pecadores. Y los que lo acusaban eran también pecadores, con los que también Jesús había leído las escrituras en sus sinagogas o en el Templo.
Cristo fue incluso a los samaritanos, que eran gente con la que no se juntaban los judíos porque tenían viciada su fe con costumbres paganas.
¿Podrías decir tú que no visitas a los mormones en sus Iglesias porque son pecadores, y culpables de todos los vicios arriba mencionados? ¿No tendrías amigos mormones?