Jesucristo estaba dedicado a rectificar muchas cosas que los propios judíos habían tergiversado de la ley de Moisés. La samaritana le dijo a Jesús:


Juan 4:25 (...) “Yo sé que el Mesías viene, el que se llama Cristo. Cuando llegue ese, él nos declarará todas las cosas abiertamente”.



Ella, seguramente como su pueblo, estaban esperando que el Mesías que debía llegar rectificara muchos asuntos dudosos sobre la situación religiosa de la zona, entre judíos, samaritanos y demás.


La verdad es que hacía más de 400 años los judíos no habían tenido un profeta directamente enviado por Dios. Ellos, por cuestiones humanas de supervivencia, habían creado una institución religiosa humana que solo era la sombra de lo que pretendía lograr la ley de Moisés con el Israel de Dios. Llegaron al punto de medir hasta las especias para exigir el diezmo hasta del comino ... que es mucho decir. Se volvieron legalistas, pero siempre buscando un interés personal. Jesús una vez dijo que ellos hasta descuidaban a sus padres viejitos con el pretexto de que lo que tenían estaba dedicado a Dios de manera especial y no lo podían gastar en ellos ... fíjense qué extremismo descarado. Llegaron incluso a considerar a los extranjeros como gente sucia, inmunda, a la que no debían tratar con respeto; creyeron que hacerle daño a un gentil estaba justificado por la ley (ama a tu projimo y odia a tu enemigo) ... Igualmente se pasaron en su trato a las mujeres, a las que trataban como esclavas y se divorciaban de ellas por cualquier cosa, humillándolas al extremo. Jesús les dejó ver la hipocrecía de su vida religiosa, y aclaró muchos asuntos. Por eso la controversia de "antes se dijo ... pues yo digo ..." porque él estaba mostrando la verdadera razón y esencia de los preceptos de la ley ... Los siervos de Dios tienen diferentes motivos cuando obedecen los principios bíblicos de aquellos inventos judíos de los fariseos de tiempos de Jesús. Por eso él dijo:


Mat.5:20 Porque les digo a ustedes que si su justicia no abunda más que la de los escribas y fariseos, de ningún modo entrarán en el reino de los cielos.