Qué divino poema, querida moderadora!
Será que tengo sueño, pero recordé esta musiquita.
Qué divino poema, querida moderadora!
Será que tengo sueño, pero recordé esta musiquita.
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Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.
Reinas de la noche las hay buenas, pero también las hay malvadas.
Y Mozart fue capaz de poner esa maldad en escena.
El manejo del alemán en la parte narrada es escalofriante.
Subtítulos excelentes.
Última edición por doonga; 11-ene.-2019 a las 20:33 Razón: 41.142
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
... la verdad es que la Flauta Mágica es mal llamada una ópera, ya que se trata de un "Singspiel", una suerte de obra de teatro, entremezclada con arias cantadas.
Lo interesante es que tanto Mozart, autor de la música, y Emanuel Schikaneder, autor del texto, eran masones.
Y la narración versa sobre los intríngulis de la masonería, expuestos de manera, para mí, genial y sutil.
Si tienes la oportunidad de asistir a la ópera, o ver la película de Ingmar Bergman (1975), no te lo pierdas.
Última edición por doonga; 17-ene.-2019 a las 11:45 Razón: 42161
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.
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Noches en Andalucía.
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Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.
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Loreena McKennitt - Sun, Moon And Stars
Estos sonidos arabescos suenan sensuales...
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Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.
Al sueño
(To sleep)
Suave embalsamador de la rígida medianoche,
que cierras con cuidadosos dedos
nuestros ojos que ansían ocultarse de la luz,
envueltos en la penumbra de un olvido celestial;
oh dulcísimo sueño, si así te place, cierra,
en medio de tu canto, mis ojos anhelantes,
o aguarda el 'Así sea', hasta que tu amapola
derrame sobre mi lecho los dones de tu arrullo.
Líbrame, pues, o el día que se fue volverá
a alumbrar mi almohada, engendrando aflicciones;
de la conciencia líbrame, que impone, inquisitiva,
su voluntad en lo oscuro, hurgando como un topo;
gira bien, con la llave, los cierres engrasados,
y sella así la urna silenciosa de mi espíritu.
De John Keats
«Thou wilt keep him in perfect peace, whose mind is stayed on thee: because he trusteth in thee». – Isaiah 26:3