La verdadera cuestión es si está dispuesto a escuchar respuestas...
Nunca nadie ha sido capaz de dar respuestas razonables.
Citar la biblia no es una respuesta razonable, ya que es, precisamente, la validez de la biblia lo que está en cuestión.
Pero lo mismo ocurre con el discurso sobre casi cualquier otra cosa... como por ejemplo el átomo, o el amor romántico, o el arte.
No ocurre lo mismo: el discurso científico acepta la crítica por definición.
Y una objeción bien planteada causa un cambio en el discurso científico.
El amor romántico o el arte no se pueden comparar con el discurso científico, y mucho menos con el absolutismo del discurso religioso, pues éste no acepta objeción alguna, y se fundamenta en principios y argumentos no demostrables, sino aceptados por creencia.
Jamás comprenderás la inmensidad de La Nada.