La segunda parte del Libro de Isaías, conocida como Libro de la Consolación de Israel (capítulos 44-55), es muy diferente a la primera y no nombra en ninguna parte a Isaías. El escenario de estos capítulos finales supone que Jerusalén ha sido asolada, el pueblo judío está cautivo en Babilonia y Ciro ya es rey de Persia, cuya gesta causará la liberación de los hebreos. El estilo del texto es más oratorio y hasta repetitivo. El contenido registra una mayor elaboración teológica. Es entonces probable que estos capítulos finales sean obra de un autor anónimo al final del destierro, después de 560 a.E.C.9