Se confirma que los demócratas ganan la cámara de representantes, pero no el Senado. Eso es debido a que se renovaba todo el congreso, pero solamente un tercio del senado.

La victoria simbólica de los demócratas es muy pírrica a efectos prácticos. No podrán eliminar el veto presidencial, y el control se restringe a temas domésticos. En temas internacionales el presi sigue teniendo manga ancha.
A efectos simbólicos quizás algunos republicanos empiecen a desmarcarse del presi, ya veremos.