Ser creyente, según el diccionario, significa que profesa una determinada fe religiosa. Y en este contexto cree en uno o mas dioses. Esto según las religiones politeístas. En las monoteístas se cree en un único Dios, y la palabra Dios se escribe con ‘D’ mayúscula. Cabe señalar que las palabras Dios y dios tienen distintos significados según se escriba con D-mayúscula o d-minúscula.
Los creyentes, ya sean monoteísta o politeístas, tiene en común la creencia en lo sobrenatural. Pues suponer la existencia de Dios o dioses implica suponer también la existencia de lo sobrenatural.
Me parece no hace falta explicar mucho que el ateo al decir “no hay Dios” con esto también dice que no hay lo sobrenatural. Por lo tanto decir: “el creyente es ateo de todos los demás dioses o Dios, menos el propio” no tiene sentido. Pues mas allá de que el creyente discrepe de otros en cuanto a la definición o concepción de Dios/dios, todos comparten la creencia, por implicación, en lo sobrenatural.
Conclusión: el creyente, por implicación cree en lo sobrenatural. El ateo dice “no hay Dios”, y con esto, por implicación, dice también “no hay lo sobrenatural”. Por consiguiente, el creyente no es ateo ni puede serlo. Decir lo contrario es caer en contradicción.