Inspirador tu aporte, querida Mandrágora. Sí, el entusiasmo por escribir se despierta cuando marcho a la cama.
Primavera y Otoño
(A una muchacha)
¿Por qué te apenas, Margaret, al ver
la Alameda Dorada deshojarse?
¿Cómo puede tu pensamiento en flor
preocuparse por hojas
como si fuesen un asunto humano?
¡Ah! Cuando envejece el corazón,
asiste indiferente a esos otoños,
y no malgasta en ellos ni un suspiro
cuando el mundo se mustia y luego cae
hecho muertos pedazos.
Algún día, no obstante, llorarás
por cosas que sabrás perfectamente.
Pero ahora, muchacha, da lo mismo
el nombre que les des,
pues sólo hay una fuente de dolor.
Los labios y la mente nunca pueden
expresar lo que ha oído el corazón,
decir lo que el espíritu adivina.
Pues para esta tristeza nació el hombre,
y sin saberlo, Margaret, por eso
tú también te entristeces.
Gerard Manley Hopkins
[Septiembre de 1880]
Última edición por Estrella_fugaz; 07-may.-2018 a las 20:24
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Que no sea tu cuerpo la primera tumba de tu esqueleto.