Texto Diario viernes, 13 de abril de 2018
En proporción al don que cada uno haya recibido,
úsenlo al ministrarse unos a otros como
excelentes mayordomos
de la bondad inmerecida de Dios (1 Ped. 4:10).
Jehová manifestará su bondad inmerecida de tal manera que podremos superar cualquier tipo de prueba que enfrentemos (1 Ped. 1:6). Gracias a la bondad de Dios, recibimos muchas bendiciones. Una de ellas es que nuestros pecados son perdonados, siempre y cuando nos arrepintamos y luchemos con todas nuestras fuerzas contra nuestras malas inclinaciones (1 Juan 1:8, 9). Deberíamos sentirnos muy agradecidos por la misericordia de Dios y alabarlo por ella. Pablo dijo: “Él [Jehová] nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor, por medio de quien tenemos nuestra liberación por rescate, el perdón de nuestros pecados” (Col. 1:13, 14). Como Jehová nos perdona, podemos recibir muchas otras bendiciones maravillosas.
(1 Pedro 4:10) En proporción al don que cada uno haya recibido, úsenlo al ministrarse unos a otros como excelentes mayordomos de la bondad inmerecida de Dios expresada de diversas maneras.
(1 Pedro 1:6) En este hecho ustedes están regocijándose en gran manera, aunque ahora, por un poco de tiempo, si tiene que ser, han sido contristados por diversas pruebas,
(1 Juan 1:8, 9) Si hacemos la declaración: “No tenemos pecado”, a nosotros mismos nos estamos extraviando y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda injusticia.
(Colosenses 1:13, 14) Él nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor, 14 por medio de quien tenemos nuestra liberación por rescate, el perdón de nuestros pecados.
LO QUE YO ENSEÑO NO ES MIO
PERTENECE AL QUE ME ENVIO” (Juan 7:16.)