Hemos recibido una mente con un propósito determinado,de razonar acerca de las cosas y condiciones,y podamos discernir entre lo esencial y lo no esencial, entre lo que tiene la misión de estorbar con el propósito de enseñarnos una virtud, venciéndolo, y aquello que es un obstáculo invencible que hace vibrar nuestra sensibilidad y arruina nuestro sistema nervioso sin ganancia espiritual, en compensación. (RM, pág 154).