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La opinion

Orange: Demandan iglesia de Testigos de Jehová por abuso sexual

Dos hombres acusan a líder de esa congregación de abusarlos cuando cursaban la preparatoria


Una demanda interpuesta en la Corte Superior del condado de Orange alega que un líder de la iglesia de Los Testigos de Jehová en esa jurisdicción abusó sexualmente de dos adolescentes en la década de 1990.

Los demandantes son dos hombres que argumentan haber sido víctimas de abuso cuando cursaban la secundaria y preparatoria, por un instructor de la religión que no identifican por su nombre, sino como el “perpetrador” o “Doe 3”.

La queja, que también apunta a dicha congregación, indica que las víctimas “no comenzaron a descubrir la relación de causalidad entre el abuso sexual y las lesiones psicológicas en la edad adulta, hasta después que saltó la noticia en septiembre de 2011 del abuso sexual de niños por Jerry Sandusky [siendo entrenador de futbol americano] en la universidad Penn State”.

Interpuesta en la corte el lunes, la demanda busca daños no especificados de la organización a nivel local y nacional, acusándola de negligencia y pide una compensación económica para pagar un tratamiento profesional que les permita hacer frente a los efectos psicológicos del abuso.

Según la queja, el “perpetrador” fue asignado a darles lecciones bíblicas a las presuntas víctimas, ahora de 29 y 31 años y ambos residentes del condado Orange. En distintos momentos, cita, él llevó a los chicos a su casa, les dio bebidas, se desnudó frente a ellos, se bañó con ellos y los toqueteó.

El hombre de 29 años afirma que fue abusado del sexto al noveno grado; el otro indica que fue víctima del octavo al onceavo grado. Este último decidió denunciarlo luego de encontrar al “perpetrador” en la cama con un hombre casado, pero las autoridades jamás se enteraron de lo que había pasado.

Después que un “comité judicial” de la congregación escuchó el caso, el acusado fue expulsado de ésta, una medida similar a la excomunión de la Iglesia Católica, pero no refirió el caso a la Policía.

La iglesia de Los Testigos de Jehová no ha respondido a tales acusaciones.

“Cada vez que se presenta una demanda se entiende que los alegatos serán un asunto de interés”, dijo a la prensa Irwin Zalkin, uno de los abogados de la parte acusadora. “Han elegido esa ruta para llamar la atención y crear consciencia de lo que es un problema relevante en esa organización”, agregó.800-222-477


(Traductor de google)
Miembros derrocados (expulsados) dicen que la política de los testigos de Jehová sobre el abuso esconde delitos

Por LAURIE GOODSTEINAUG.
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William Bowen siempre se consideró un devoto testigo de Jehová. De niño, sintió que era su deber ir de puerta en puerta repartiendo la revista de la iglesia, La Atalaya. Más tarde, como anciano en su congregación de Kentucky, dijo que consideraba su deber informar a los funcionarios de la iglesia que un compañero anciano había abusado de un niño.

Pero cuando el Sr. Bowen contactó con la sede de la iglesia en Brooklyn, dice, fue rechazado. Frustrado por la inacción de la iglesia y por sus disposiciones de confidencialidad, que dijo que le impedían compartir la información con otros, Bowen renunció como anciano en diciembre de 2000. Un año después, comenzó un grupo para monitorear el abuso sexual infantil en la iglesia .

A fines del mes pasado, Bowen, de 44 años, fue excomulgado de la iglesia. Detrás de una puerta cerrada, con bolsas de plástico pegadas a las ventanas para proteger a los espectadores, dijo, tres ancianos de la iglesia reunidos en el Salón del Reino de la iglesia en Draffenville, Kentucky, lo encontraron culpable de '' causar divisiones ''.

El castigo fue '' expulsión '' - completo rechazo.

En los últimos tres meses, otras cuatro personas han sido expulsadas de los Testigos de Jehová después de acusarla de encubrir el abuso sexual de niños por parte de sus miembros. Para el Sr. Bowen y otros críticos de las políticas de la iglesia sobre el abuso sexual, las expulsiones son parte de un esfuerzo concertado para mantener esos abusos en silencio.

Los Testigos Expulsados ​​dicen que las políticas y la cultura de la iglesia conspiran para ocultar el abuso. Un panel de ancianos de la iglesia, todos hombres, se reúne en secreto para decidir cada caso, un procedimiento que según los críticos evita que los miembros sepan que hay un abusador en medio de ellos. Para demostrar una acusación, un niño debe tener un testigo del incidente, una condición que generalmente es imposible de cumplir.

"Esta es una evidencia para que el mundo vea cómo los testigos de Jehová tratan a los sobrevivientes de abuso y a quienes intentan protegerlos", dijo el Sr. Bowen. "Los silencian con la amenaza de una expulsión".

J. R. Brown, director de la oficina de información pública en la sede de la iglesia, The Watchtower Bible and Tract Society, en Brooklyn, dijo que la iglesia tenía políticas ejemplares para manejar el abuso sexual, que estaban basadas en estándares bíblicos y habían sido ampliamente publicadas en revistas de la iglesia.

"No estamos tratando de decir que manejamos a todos de la manera correcta y que nuestros mayores lo saben todo, son perfectos", dijo el Sr. Brown, quien declinó por cuestiones de política comentar sobre casos individuales, incluido el Sr. Bowen's. "Pero decimos que si tomamos lo que es nuestra política para mantener nuestra organización con una moral limpia, supera con creces a la de cualquier otra".

Mientras que la Iglesia Católica Romana se ha visto envuelta en su propio escándalo de abuso sexual, el mismo problema está comenzando a afectar a los Testigos de Jehová, una denominación que reclama un millón de miembros en los Estados Unidos y seis millones en todo el mundo.

Pero la forma del escándalo es muy diferente a la de la iglesia católica, donde la mayoría de las personas acusadas de abuso son sacerdotes y la gran mayoría de las víctimas eran niños y jóvenes. En los Testigos de Jehová, donde las congregaciones suelen ser colecciones de familias extensas y los ancianos de la iglesia son elegidos entre los laicos, algunos de los acusados ​​son ancianos, pero la mayoría son miembros de la congregación. Las víctimas que han dado un paso al frente son en su mayoría niñas y mujeres jóvenes, y muchas acusaciones involucran el incesto.

El alcance del abuso en los Testigos de Jehová es un tema de considerable debate. La iglesia ha sido demandada recientemente por ocho demandantes en cuatro demandas que alegan abuso, una presentada en julio en Minnesota. El Sr. Bowen dice que su grupo de apoyo a las víctimas, "silentlambs", ha recopilado informes de más de 5.000 Testigos que sostienen que la iglesia manejó mal el abuso sexual infantil.

La iglesia guarda una base de datos de miembros y asociados que han sido acusados ​​o encontrados culpables de abuso infantil. El Sr. Bowen dijo que fuentes de la iglesia le habían dicho que la base de datos contenía los nombres de más de 23,000 personas en los Estados Unidos, Canadá y Europa. La iglesia dice que el número es "considerablemente menor", pero no dice qué es.

La iglesia tiene un marco firme para manejar casos de abuso sexual. Se aconseja a los miembros que sospechan abuso que acudan primero a los ancianos, que se consideran líderes espirituales y morales a quienes los miembros deben recurrir con sus problemas personales. El Sr. Brown dijo que el departamento legal de la iglesia aconsejaba a los ancianos que cumplieran la ley en los estados que tienen leyes obligatorias de denuncia y en los casos en que los niños parecen estar en peligro.

Los ancianos son los que deben juzgar si alguien ha cometido un pecado como el abuso infantil. Si el abusador confiesa y es perdonado, el único aviso dado a la congregación es un anuncio de que la persona ha sido disciplinada. No se anuncia ninguna razón. Howev