Los primeros cristianos nunca celebraron la navidad
en el evangelio no dice que fuera una celebración.

Nuestra adoración puede contaminarse con la religión falsa si celebramos ciertas fiestas populares. Tomemos como ejemplo la Navidad. Supuestamente, esta festividad recuerda el nacimiento de Jesucristo, y casi todas las religiones que afirman ser cristianas la celebran. Sin embargo, no hay pruebas de que los discípulos de Jesús del siglo primero la celebraran. El libro Los orígenes sagrados de las cosas profundas dice: “Durante los dos siglos que siguieron al nacimiento de Cristo nadie sabía, y a pocos les importaba, cuándo había nacido exactamente Jesús”.

https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/...%20primero#p12

Y aunque los discípulos de Jesús hubieran conocido la fecha exacta de su nacimiento, no habrían festejado su cumpleaños. ¿Por qué? Porque los primeros cristianos “consideraban estas festividades como reliquias de las prácticas paganas” (Las cosas nuestras de cada día). Los únicos cumpleaños que menciona la Biblia son los de dos gobernantes que no adoraban a Jehová (Génesis 40:20; Marcos 6:21). Este tipo de celebraciones también se realizaban en honor de los dioses paganos. Por ejemplo, los romanos celebraban el 24 de mayo el nacimiento de la diosa Diana y al día siguiente, el de Apolo, el dios del Sol. Así pues, los cumpleaños no se asociaban con el cristianismo, sino con la adoración a dioses paganos.


Los cristianos del siglo primero no habrían celebrado el nacimiento de Jesús por otra razón: ellos probablemente sabían que los cumpleaños estaban relacionados con la superstición. Muchos griegos y romanos de la antigüedad, por ejemplo, creían que cada persona tenía un espíritu protector que había estado presente en su nacimiento y que la cuidaba durante toda su vida. “Este espíritu tenía una relación mística con el dios que cumplía años el mismo día de la persona.” (The Lore of Birthdays [La tradición de los cumpleaños].) A Jehová jamás le agradaría una celebración que relacionara a Jesús con la superstición (Isaías 65:11, 12). En vista de todo lo anterior, ¿por qué celebra tanta gente la Navidad?