Trágico, pero alentador y motivante.

Yo padezco de muchas dolencias gastrointestinales; algunas de ellas derivadas del estrés. Pero me niego a dejar de seguir disfrutando de los placeres de la carne, de las grasas, de lo que aquí en México llamamos: 'garnachas', de un buen whisky... Debo cambiar muchos de mis hábitos; habré de sacar fuerza de algún lado.

Nietzscheano, mi apoyo no es sólo virtual; sabes que estoy en la mejor y perpetua disposición de estrechar nuestras manos. Puedes venir, o puedo ir; es cosa de organizarnos.

¡Saludos!