VIRGEN DE LORETO
Su fiesta el 10 de Diciembre.
Letanias Lauretanas
Señor, ten misericordia de nosotros,
-Cristo, ten misericordia de nosotros,
-Señor, ten misericordia de nosotros,
-Cristo óyenos,
-Cristo escúchanos,
-Dios, Padre celestial, Ten misericordia de nosotros.
-Dios Hijo, Redentor del mundo,
-Dios Espíritu Santo,
-Trinidad santa, un solo Dios,
Santa María, Ruega por nosotros.
-Santa Madre de Dios,
-Santa Virgen de las vírgenes,
-Madre de Cristo,
- Madre de la Iglesia,
-Madre de la divina gracia,
-Madre purísima,
-Madre castísima,
-Madre virginal,
-Madre sin mancha de pecado,
-Madre inmaculada,
-Madre amable,
-Madre admirable,
-Madre del buen consejo,
-Madre del Creador,
-Madre del Salvador,
-Virgen prudentísima,
-Virgen digna de veneración,
-Virgen digna de alabanza,
-Virgen poderosa,
-Virgen clemente,
-Virgen fiel,
-Espejo de justicia,
-Trono de sabiduría,
-Causa de nuestra alegría,
-Vaso espiritual,
-Vaso digno de honor,
-Vaso insigne de devoción,
-Rosa mística,
-Torre de David,
-Torre de marfil,
-Casa de oro,
-Arca de la Alianza,
-Puerta del cielo,
-Estrella de la mañana,
-Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
-Consuelo de los afligidos,
-Auxilio de los cristianos,
-Reina de los ángeles,
-Reina de los patriarcas,
-Reina de los profetas,
-Reina de los apóstoles,
-Reina de los mártires,
-Reina de los que confiesan su fe,
-Reina de las vírgenes,
-Reina de los santos,
-Reina concebida sin pecado original,
-Reina asunta al cielo,
-Reina del Santísimo Rosario,
-Reina de la familia,
-Reina de la paz,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Perdónanos, Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Escúchanos Señor.
-Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten misericordia de
nosotros.
-Jesús, óyenos.
-Jesús, escúchanos
Bajo tu protección. Nos acogemos bajo tu protección, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien, sálvanos siempre de de todos los peligros Virgen gloriosa y bendita.
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar la promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Oración. Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo; y por la intercesión de Santa María, la Virgen, líbranos de las tristezas de este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
CONSAGRACION A LA VIRGEN DE LORETO
Santa Familia de Nazareth, modelo de todas las familias cristianas, nosotros te bendecimos y te veneramos con el alma en fiesta.
Nos consagramos a ti, para que nuestra morada llegue a ser un santuario de la presencia de Dios, cuna de nuevas existencias donde padres, hijos, ancianos y jóvenes crezcan en el amor recíproco.
Santa Familia de Nazareth, irradia, desde la Colina Lauretana, sobre el mundo: luz, fe y fuerza de amor. Protege nuestras familias y dirígelas por los caminos de las bienaventuranzas evangélicas. Amén.
Virgen de Loreto: ¡Ruega por nosotros!
ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE LORETO
María, Madre nuestra,
a ti acudimos hoy llenos de confianza,
recibe nuestra humilde plegaria.
Tú, que llevaste en tu seno al Salvador,
acepta nuestra expresión de fe y amor filial,
mientras en espíritu nos trasladamos
a la Santa Casa de Loreto,
que por la presencia de tu Sagrada Familia
es la Casa Santa, en la que debe inspirarse
toda familia cristiana. Que en ella cada hijo, aprenda de Jesús,
la obediencia, el estudio y el trabajo.
De ti, María, cada mujer
aprenda la humildad y el espíritu de sacrificio.
De José, que vivió para Jesús y para ti
cada hombre aprenda a amar a Dios y a su familia
en felicidad y rectitud.
María, Madre nuestra,
te rogamos que intercedas ante tu Hijo
por la Iglesia Universal, por el Papa,
por nuestro Obispo, por nuestra patria,
por los que sufren, por los pecadores,
y por todas las familias del mundo,
especialmente las que están más alejadas de Jesús. Amen.
ORACION
¡Dios te salve, Reina del cielo y de la tierra, Madre y Señora de Loreto!
Hoy queremos evocar aquel primer Viernes Santo, en el que subiste con Cristo al Calvario, estuviste de pie, junto a su Cruz, recogiste su testamento y quedaste sumida en la más amarga soledad.
Eres Madre y Señora de Loreto la fiel discípula de Jesucristo, le seguiste a todas partes, hasta el momento supremo de la Cruz, acompañada de los pocos discípulos fieles.
La Virgen orante, oyente y oferente. Oraste en Caná de Galilea, al traspasar tu alma de dolor la necesidad de aquellos esposos. Oíste siempre a Jesús, y tan perfectamente que Él nos dijo “Bienaventurados los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”. Ofreciste tu Hijo al Padre y con Él te ofreciste como Corredentora de nuestras almas.
Te saludamos, Madre de Dios, siempre Virgen, Inmaculada y Asunta al cielo, Dogmas marianos que confesamos públicamente y por cuya defensa estamos dispuestos hasta derramar nuestra sangre.
Te invocamos como nuestra Auxiliadora, Abogada, Remedio, Socorro, Medianera, Corredentora, nuestro Modelo, Signo de Esperanza y de Alegría, nuestro Consuelo, Madre de la Iglesia, Madre Dolorosa, Nuestra Señora y Señora Nuestra.
Enséñanos a ser verdaderos Hijos de Dios e Hijos tuyos y fervientes cristianos, que demos testimonio del Evangelio en nuestros ambientes y en nuestro mundo, viviendo con entusiasmo y alegría nuestros compromisos bautismales.
Queremos ser tuyos, todo tuyos y siempre tuyos.
Te pedimos “Tú que nos sonreíste en la suave mañana de nuestra vida, vuelve, Madre a sonreírnos ahora”, en este “ahora” en que vivimos azotados por el mundo y por el maligno.
“Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos”. Mira con ternura a nuestros hermanos, a nuestras familias, a nuestras Parroquias, a nuestra Diócesis. Defiende la inocencia de los niños, fortalece las ilusiones de los jóvenes, aumenta la esperanza de los mayores.
Y si algún día, nos olvidamos de Ti, Pastora Divina de nuestras almas, sal al encuentro de la oveja perdida, llénala del Rocío de tu mirada y tráela al redil de Cristo, en el que queremos vivir y morir, ¡Oh Clemente, Oh Piadosa, Oh Dulce Virgen y Señora de Loreto! Amén.
Virgen de Loreto, ruega por nosotros.