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María_Laura3
Tener la mente puesta en la carne es tener la mente puesta en los preceptos de los hombres y no en los mandamientos de Dios, que son los que Jesucristo nos enseñó cuando predicó el Evangelio.
Tener la mente puesta en la carne es tener la mente puesta en los preceptos de hombres escritos en la ley judía del Antiguo Testamento, así como lo explica Pablo:
Filipenses 3:2-9
Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo