(Mateo 26:39) Y yendo un poco más adelante,
cayó sobre su rostro, orando y diciendo:
“Padre mío, si es posible,
pase de mí esta copa.
Sin embargo, no como yo quiero, sino como tú quieres”.

(Juan 5:30) No puedo hacer ni una sola cosa
por mi propia iniciativa;
así como oigo, juzgo;
y el juicio que yo dicto es justo,
porque no busco mi propia voluntad,
sino la voluntad del que me envió.