Continuo con el Mensaje 169
... que hayan preferido estas enseñanzas provenientes del "hombre del desafuero" en vez de atender lo que se les explica bíblicamente. Han aprendido a rechazar sin escuchar cuando alguien les argumenta con las Escrituras. Estoy seguro que ni siquiera analizan para comprobar que estas cosas son así. Están como embelesados en sus propios caprichos religiosos a los que han jurado una lealtad fatal, que está en oposición a Dios y a Jesucristo. Se creen que por hacer a Jesucristo igual a Dios, él los va a considerar sus amigos. Qué gran error!!! Nunca leyeron lo que el propio Jesucristo dijo?


Supongo que cuando se refieren al “”hombre del desafuero””, se han de referir a Carlos T Russell.
Deuteronomio 18:22 «…si el profeta hablare en nombre de Yahvé, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Yahvé no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no tengas temor de él» (dt. 18:22).

La organización religiosa de los testigos de jehová desde que se fundó en 1844, ha manipulado a sus miembros, a modo de marionetas, en el engaño por oír y aceptar las enormes mentiras doctrinales de los líderes de este herético organismo, que de Dios, nada tiene. Hay una ley infalible que dice: «lo que mal empieza, mal terminará».
Carlos T Russell sembró una semilla que dio un fruto maligno del que surgieron ideas y dogmas contrapuestos a la Palabra de Dios.
Aparte, sus “revelaciones” plasmadas modificadas con el tiempo, de acuerdo a las muy personales y egoístas conveniencias de sus “jefes y comandantes”. Esta técnica deliberada y mal intencionada no ha dejado de ser una forma sumamente efectiva para despistar a los miembros que la constituyen.
El cambio frecuente del nombre de la organización, muestra su tremenda inconsistencia, su falta de estabilidad dentro de ella. En 1884, año en que se fundó, recibió el nombre de
“sociedad de tratados de la torre del vigía”, luego se llamó “sociedad de la torre del vigía de sion”, “asociación internacional de estudiantes de la biblia”, “reino teocrático”, “púlpito del pueblo”, “aurora milenial”, “russellismo”, “sociedad bíblica”, “tratados de la torre del vigía”, “sociedad atalaya”, y hasta qué su “dios se cansó de ponerle y quitarle nombres”, al fin optó por llamarle definitivamente “testigos de jehová”. ¡pobre “dios” de los testigos de jehová, tan indeciso!
La semilla que él mismo Russell preparó, dio como resultado un fruto de lineamientos confusos y desajustados con respecto a las escrituras, y que fue aceptado irreflexivamente por sus adoctrinados prosélitos que lo vieron “como algo nuevo”, se tornaron en autómatas por la eficaz sustancial del sectario y arrollador fruto. En otras palabras, estrecharon en su pecho la mitología Russelliana parida de lo absurdo. Fue tanta la arrogancia de Russell, que vino a darle mucha mayor importancia a sus escritos que a la misma biblia, arguyendo que eran la “explicación más clara de la revelación divina”, dejando con esto a la palabra de dios sin su fundamento perfecto e infalible, como “plato de segunda mesa”. Russell hizo sus propios vaticinios fallidos del regreso de Cristo y de la caída de los sistemas terrenales, al aplicar un método interpretativo abigarrado, “reunido sin concierto”.
Carlos Taze Russell, que creció en la iglesia presbiteriana, fue muy inclinado al estudio de la profecía bíblica. Aunque Guillermo Miller, precursor del adventismo del séptimo día aceptó abiertamente su torpe y precipitado error de profetizar el regreso de Cristo para “purificar el santuario”, según Dan. 8:14, en las fechas establecidas por él (el 21 de marzo de 1843 y 1844, y nada pasó), para Carlos Russell, Miller no se había equivocado, y sin medir consecuencias, locamente, «a pesar de todo», tomó prestado el método de Miller para sacar sus propias conjeturas que “dilucidaban con precisión cronométrica” el retorno del Hijo de Dios y la destrucción de los gobiernos del mundo, tal como Miller lo hizo, y cómo éste, jamás atinó en lo que “profetizó”.
«…entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de dios hablaron siendo inspirados por el espíritu santo» (2 p. 1:20-21).
Para los que no lo sepan, Carlos Taze Russell fue un embaucador, un hombre astuto que envolvió a no pocos con sus increíbles fábulas y cuentos antibíblicos para sustraerles en cómoda libertad los “donativos”. Carlos taze Russell tuvo que enfrentar varias querellas judiciales por individuos que perjudicó, se le acusó por inmoralidad, por divorcio, y por fraude. Una vez asintió que conocía griego, después negó el conocimiento de este idioma. Vendía a elevado costo a sus seguidores un trigo que para Russell era “milagroso” y “más excelente”, el resultado, lógicamente decepcionante para aquellos que lo compraron. También les negociaba “fríjol milenial” y remedios sacados para sanar la quirúrgica apendicitis, el cáncer y la fiebre tifoidea.
Este egocéntrico hombrecillo que presumió ser un “escogido y ungido de dios”, resultó ser a la verdad “una piadosa y chueca mentira”. Estas son las profecías que Russell vaticinó y qué nunca tuvieron cumplimiento:
Russell estableció que “los tiempos de los gentiles” acabarían en 1914, en la batalla del Armagedón (Ap. 16:16), cuando Cristo destruya el imperio del anticristo, el postrer gobierno gentil, que es «uno» escatológico (Dn. 7:14, 26-27; Lc. 21:24; Ap. cap. 19).
Russell afirmó confiadamente en 1889 que los gobiernos del mundo serían “desintegrados en veintiséis años”; llegó 1915, y aún esperamos con “paciencia y tolerancia el cumplimiento de esta celestial profecía”, “a pesar de”
Russell dijo que para 1914 el catolicismo se “desvanecería de la faz de la tierra”. en este día hay tantos católicos en el mundo y continuamos creciendo en.
También en el año 1914, Russell predijo que los bancos, las escuelas y las iglesias acabarían siendo “humo”; niños, jóvenes y adultos de todo el mundo siguen acudiendo a sus respectivas escuelas para su aprendizaje; en los bancos, no se ha dejado de depositar enormes sumas de dinero, de realizar cuentas de ahorro, ni tampoco se ha dejado de hacer transacciones financieras, y nosotros seguimos refutando en el conocimiento de Dios las desviadas enseñanzas de una gran diversidad de iglesias anticristianas.
Russell profetizó que el “Armagedón tendría lugar en 1915”. cristo dijo que sería «visto en el cielo con sus ángeles, en gloria y poder» (Mt. 24:30), y el apóstol Juan escribió que «todo ojo humano lo verá» (Ap. 1:7). sabe el conocedor de la Palabra de Dios, que esto no ha tenido cumplimiento hasta el momento.
Es increíble cómo millares de personas continúan creyendo tan ciegamente en la mentira de la organización jehovista que grita inflexible “que lo es”, a pesar de las ridículas profecías fallidas de Carlos Russell, profecías que por largo tiempo han proveído un testimonio de su falsedad y que haría recapacitar al más retrasado y fanático de los seres humanos. Con pruebas bíblicas a granel que desvirtualizan los confabulados escritos proféticos de Russell, esto no fue lo suficiente para que esta organización inestable y cambiante pudiera detenerse, quedando establecida la organización de los testigos de jehová, como inestable y cambiante, y en lo absoluto anticristiana, que no concuerda con la persona de Dios, «el que no cambia, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación» (Stg. 1:17).
Los sucesores de Russell han proseguido en la misma temática, contradiciéndose entre ellos, modificando a diestra siniestra sus vulnerables escritos….fallando, sobre todo, en sus tóxicas profecías proclamadas.