Aunque la IC emitió toda clase de decretos para evitar que la Biblia fuera de conocimiento público, siempre hubo muchas personas sinceras que rehusaron obedecer aquellas órdenes de los líderes católicos ... aunque aquello les costó muy caro. Veamos algunos ejemplos:

Julián Hernández, español, hizo un intento por transportar de Alemania, lugar donde se había criado, a España, una gran cantidad de Biblias en castellano. Para eso las metió dentro de barriles como si fueran vino del Rin. Pero alguien lo delató y fue arrestado por la Inquisición Católica.

Después de ser presentado ante el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, le desarticularon muchos de sus huesos y luego fue quemado vivo en la hoguera en Sevilla el 22 de diciembre de 1560. Julián Hernández cantaba un villancico mientras era trasladado a la pira antes de morir.

También arrestaron a los que debían recibir las Biblias en España. A veinte de ellos los asaron, a varios los condenaron a cadena perpetua, a otros los azotaron públicamente y a muchos los condenaron a galeras.

Ese era el abuso del poder de esta institución, cuyos miembros siguen creyendo que es una institución de origen apostólico. Aquellas autoridades religiosas jamás tuvieron nada que ver con el cristianismo bíblico sino con algo muy diferente:

1Juan 3:10 Los hijos de Dios y los hijos del Diablo se hacen evidentes por este hecho: Todo el que no se ocupa en la justicia no se origina de Dios, tampoco el que no ama a su hermano. 11 Porque este es el mensaje que ustedes han oído desde [el] principio, que debemos tener amor unos para con otros; 12 no como Caín, que se originó del inicuo y degolló a su hermano. ¿Y por qué causa lo degolló? Porque sus propias obras eran inicuas, pero las de su hermano [eran] justas.

Lo que es de notar es que muchos hombres y mujeres de todos los tiempos, incluso hoy, han enfrentado toda clase de oposición para diseminar la verdad bíblica. Y también en todos los tiempos, siempre ha habido elementos diabólicos que se han dedicado a evitar la expansión de esa misma verdad.