Hebreos 1:5 En efecto, ¿a qué ángel dijo alguna vez:
Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy; y también:
Yo seré para él Padre, y él será para mi Hijo?
6 Y nuevamente al introducir a su Primogénito en el mundo dice: Y
adórenle todos los ángeles de Dios.
7 Y de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles vientos, y a sus servidores llamas de fuego.
8 Pero del Hijo:
Tu trono, ¡oh Dios!, por los siglos de los siglos; y: El cetro de tu realeza, cetro de equidad.
9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad;
por eso te ungió, ¡oh Dios!, tu Dios con óleo de alegría con preferencia a tus compañeros.
10 Y también:
Tú al comienzo, ¡oh Señor!, pusiste los cimientos de la tierra, y
obras de tu mano son los cielos.
11 Ellos perecerán, mas tú permaneces; todos como un vestido envejecerán;
12 como un manto los enrollarás, como un vestido, y serán cambiados.
Pero tú eres el mismo y tus años no tendrán fin.
13 Y
¿a qué ángel dijo alguna vez: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies?
14 ¿Es que no son todos ellos espíritus servidores con la misión de asistir a los que han de heredar la salvación?