Sin duda alguna uno de los problemas más acuciantes hoy día es la desnutrición y el hambre. No es un problema de insuficiencia de alimentos que la tierra produzca, o hasta la producción a gran escala de productos especializados, lo que provoca estos dos problemas. En realidad es la mala administración humana, el egoísmo, la codicia, y muchos otros vicios humanos lo que está provocando esta situación.

No obstante a eso, hay lugares del planeta que han dejado de producir por la intervención humana: la deforestación, el desvío de los recursos hidráulicos, los cambios climáticos provocados, el deterioro negligente de la naturaleza, los ataques a la biodiversidad natural locales, la deformación ambiental con fines de lucros, etc.

Pero, cuál es la promesa de Dios para quienes pasen con vida al nuevo sistema de cosas terrestre bajo el reino de Cristo?

Sal.67:6 La tierra misma ciertamente dará su producto;
Dios, nuestro Dios, nos bendecirá.
... 72:16 Llegará a haber abundancia de grano en la tierra;
en la cima de las montañas habrá sobreabundancia.
El fruto de él será como en el Líbano,
y los que son de la ciudad florecerán como la vegetación de la tierra.

Toda la Tierra se transformará en un paraíso. Hermosos hogares y jardines ocuparán los terrenos que la maldad del hombre ha echado a perder.

Is.65:21 Y ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente plantarán viñas y comerán [su] fruto. 22 No edificarán y otro [lo] ocupará; no plantarán y otro [lo] comerá. Porque como los días de un árbol serán los días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán a grado cabal. 23 No se afanarán para nada, ni darán a luz para disturbio; porque son la prole [que está] compuesta de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos. 24 Y realmente sucederá que, antes que ellos clamen, yo mismo responderé; mientras todavía estén hablando, yo mismo oiré.

Rev.11:18 Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.

Con el transcurso del tiempo, se irán transformando más y más zonas de la Tierra, y el planeta entero será tan bello y productivo como el jardín de Edén. Por toda la eternidad, Dios estará “abriendo [su] mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente”.

Sal.145:16 Estás abriendo tu mano y satisfaciendo el deseo de toda cosa viviente.