El tema de la predicación de Jesús fue:
Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado. (Mt 4:17.)

Como heraldo oficial,
Jesús alertaba a sus oyentes de la actividad
de su Dios soberano
y de que aquel era un tiempo de oportunidad y decisión. (Mr 1:14, 15.)

Como predijo Isaías, no solo llevó buenas nuevas y consuelo a los mansos, a los quebrantados de corazón y a los que estaban de duelo, además de proclamar libertad a los cautivos, sino que también proclamó “el día de la venganza de parte de nuestro Dios”. (Isa 61:2.) Jesús anunció con denuedo los propósitos, decretos, nombramientos y juicios de Dios ante los gobernantes y ante el pueblo.