Hay que reconocer que pocos Gobiernos, no solo en España, sino en el mundo occidental, podrían resistir el embate de la corrupción en sus propias filas, tal como está resistiendo el Partido Popular, liderado por Mariano Rajoy. Él se centra en la gobernación del Estado, tratando de resolver los problemas más importantes, y, por ende, el nivel de vida alcanzado por los españoles, vinculado a la creación de puestos de trabajo de mejor calidad e indefinidos, cada vez más, sin distraerse con las zancadillas que le ponen sus correligionarios corruptos y la oposición que se aprovecha de la situacion. Su paciencia es proverbial. Y está teniendo éxito, puesto que es posible que consiga mayoría suficiente para que se aprueben en el Parlamento los Presupuestos Generales del Estado, de cuya aprobación depende en gran parte la duración de la Legislatura. A esa "buena fortuna" del Gobierno está contribuyendo, en gran medida, la torpeza y ambición del "coletas", que ve más lejos que nunca, el futuro "bolivarianco" que pretende para España. Me refiero a su "moción de censura", muerta antes de nacer...