Los argumentos que usted pone son los mismos a los que hemos admitidos, que se han propuesto fechas que han sido erróneas por el deseo de ver esas promesas cumplidas.


Pero de ser profecías inspiradas por Dios no son, y usted sera el primero en estar de acuerdo con esto.

Y nunca pensamos que esas fechas propuestas venían de Dios mismo.