Respuesta al mensaje #1....
¿Deveras creen que no tenemos documentos con los cuales demostrarles sus mentiras?
Según los testigos de Jehová, Cristo ha cumplido un siglo reinando en el cielo… ¿es cierto?
Predijeron el fin del mundo en 1914, pero al no producirse, le dieron una vuelta a la profecía
Los testigos de Jehová son conocidos, entre otras cosas, por haber fijado varias veces la fecha de la segunda venida de Cristo. Uno de sus fracasos más sonados tuvo lugar en 1914, pero aprovecharon la ocasión para afirmar que algo sí había sucedido: la llegada invisible de Jesús y el comienzo de su reinado en el cielo. Cuando se cumple un siglo, ¿qué ha quedado de esta enseñanza? ¿Tiene alguna base bíblica cierta?
Un anuncio fallido del fin del mundo
Los testigos de Jehová, secta nacida en el siglo XIX en los EE.UU., es claramente un grupo de tipo milenarista, donde destacan sus doctrinas escatológicas que avisan de la inminencia de los sucesos narrados por la literatura apocalíptica contenida en la Sagrada Escritura, leída de forma literal.Los escritos de la secta, señalan varios anuncios de fechas del fin del mundo entre los que destacan, por la insistencia sostenida en su día, los de 1914, 1925 y 1975. Vamos a fijarnos en la primera de estas fechas, la de 1914, de la que acabamos de cumplir un siglo.
¿Por qué en 1914? Todo se basa en los cálculos cronológicos en los que destacaron desde el principio los testigos de Jehová. Fijándose en la figura bíblica del rey Sedecías, desterrado a Babilonia por Nabucodonosor, comenzaron a contar épocas de “gobiernos de los gentiles” sobre la tierra (imperios babilónico, persa, helenístico, romano, cristiano…). Según los escritos jehovistas, este período de dominio pagano sobre el mundo duraría “siete tiempos simbólicos”, cada uno de ellos correspondiente a un año simbólico (que dura 360 años en lugar de los 360 días naturales del año judío).
Siguiendo con la aritmética de la secta, esos siete tiempos serían 2.250 años, “durante los cuales los gentiles tendrían permiso de ejercer el poder, y al fin de los cuales dicho permiso cesaría legalmente”. Si el establecimiento del dominio babilónico con la expulsión del trono de Sedecías tuvo lugar en el año 606 a.C. (fecha, por cierto, errónea, ya que la caída de Jerusalén, según los historiadores, está entre los años 587 y 586 a.C.), sólo nos queda restar esta cifra de los 2.250 años y como resultado tenemos… ¡el año 1914! ¿Cuál fue el único problema? Que en 1914 no sucedió nada de eso. Al menos, nada vieron, porque la explicación vendría enseguida.
¿Qué pasó en 1914 según los testigos de Jehová? Tras el fracaso del anuncio apocalíptico, en una estrategia que ha sido abordada de forma sistemática por algunos estudiosos del fenómeno sectario, el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová aprovechó la ocasión para reinterpretar sus profecías sobre el año 1914, y comenzaron a sostener entonces que sí tuvo lugar un gran suceso de alcance universal tal como –decían ahora– habían predicho: Jesús regresó en 1914 para comenzar su “presencia invisible”. (jajaja) Tal como explica Don Cameron, antiguo dirigente de la secta, “lo que ellos llaman ‘presencia invisible’ corresponde a lo que todos los demás se refieren como ‘la segunda venida de Cristo’ de Mateo 24,3”.
Basándose en los mismos cálculos cronológicos que hemos citado antes, reformularon el tema para decir que entonces estaba claro que en 1914 tocaba el final del poder de los gentiles sobre la tierra y, con él, “el tiempo para la manifestación del poder mesiánico y la entrada del nuevo orden de cosas”, momento en el que “el Mesías empezó a ejercer su poder preparatorio para el establecimiento del Reino de Justicia”. Además de eso, “Satanás fue expulsado del cielo y arrojado a la Tierra”.
Sin embargo, si miramos hacia atrás en los escritos de la secta, encontramos que su revista La Atalaya, se titulaba entonces La Atalaya y Heraldo de la Presencia de Cristo. Algo que no llamaría la atención si no fuera porque pudo leerse ese título ya desde 1879. Es decir, que estaban anunciando la presencia de Jesús en la tierra mucho antes de 1914. ¿Por qué? Sencillamente porque en sus inicios los testigos de Jehová –llamados entonces “estudiantes de la Biblia”– sostenían que la segunda venida de Cristo tuvo lugar en 1874. Como puede comprobarse, un cambio más de fechas sin hacerse mucho problema.
No quedó la cosa en el salto de 1874 a 1914, sino que Cristo empezó a ejercer este reinado con una serie de actuaciones bien curiosas. Su primera decisión importante de gobierno, en 1918, fue examinar las religiones presentes en el planeta para ver si alguna enseñaba la verdad revelada en la Biblia. Y, como puede suponerse, la única entidad sobre la faz de la tierra que halló representándolo apropiadamente fue la congregación de los testigos de Jehová, dirigida por la sociedad mercantil Watchtower. Esto sucedió en 1919, cuando Jesús reconoció a este órgano jerárquico de la secta nombrándolo “el esclavo fiel y discreto” que administra rectamente el alimento doctrinal a los hombres.
(Aleteía)
"Señor, toma este corazón de piedra, y dame un corazón de hombre: un corazón que te ame, un corazón que se alegre en ti, que te imite y que te complazca."