Jesucristo no dio dos leyes, la ley que se dio a Moises la dio el papa de Jesucristo, era un tutor que los condujo a Cristo, cuando llego Cristo no hacia falta ese tutor y las mas de 600 leyes que fueron dadas al pueblo judio se consolidaron en Dos

amar a Dios y a tu projimo

“La Ley” se refería a los escritos antiguos que fueron los primeros cinco libros de la Biblia (de Génesis a Deuteronomio). Estos revelan el propósito de Jehová de producir una descendencia que eliminaría la maldad. (Génesis 3:15.) Esos primeros libros bíblicos comprendían la Ley o cuerpo de mandatos que Jehová había dado por medio de Moisés a la nación de Israel en 1513*a.E.C. en el monte Sinaí.

La ley divina separaba a Israel de las naciones paganas circundantes, y los israelitas no deberían hacer nada que pusiera en peligro su posición favorecida ante Jehová. Ellos eran Su propiedad exclusiva y tenían que permanecer en tal condición para recibir Sus bendiciones. (Éxodo 19:5; Deuteronomio 10:12,*13.) Pero además de sus obligaciones con Dios, la Ley mosaica explicaba claramente la responsabilidad que tenían los israelitas de hacer el bien a los residentes forasteros en Israel. Por ejemplo, declaraba: “El residente forastero que reside como forastero con ustedes debe llegar a serles como natural suyo; y tienes que amarlo como a ti mismo, porque ustedes llegaron a ser residentes forasteros en la tierra de Egipto. Yo soy Jehová el Dios de ustedes”. (Levítico 19:34.) Durante el período de los reyes en Israel, los residentes forasteros disfrutaron de muchos privilegios, como el de participar en la construcción del templo de Dios en Jerusalén. (1*Crónicas 22:2.)

La Ley que se dio a Israel prohibía el adulterio, el asesinato, el robo y la codicia. Estos mandatos, junto con “cualquier otro mandamiento que haya”, se podían resumir en el precepto: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo”. El apóstol Pablo añadió: “El amor no obra mal al prójimo; por lo tanto, el amor es el cumplimiento de la ley”. (Romanos 13:9,*10.)