«Con las pasiones uno NO se aburre NUNCA; sin ellas, se IDIOTIZA...» {en la «Vanina Vanini» stendhaliana [cfr. la versión al castellano que está preparando un buen amigo y muy competente traductor de las «Chroniques italiennes» -Le Divan, Paris, 1929- del maestro Henri Beyle, Stendhal]}
ASIENTO DELANTERO
(de viaje)
No me miró.
NO tuvo que hacerlo.
¡TAN claro tenía su sabor
en las cábalas de mi deseo!
Bostezó.
Y..; supo que intuía su boca..;
y, de mi ENORME dolor;
y.., que era medio masoca.
Casi suspiró...
Sabía que me lo parecería...
Y..; que el más mínimo calor,
sin duda, me ABRASARÍA.
Entonces..; se.., tocó.
Como si estuviese a su rollo...
buscándose con amor..;
CHULEANDO mi coco.
Y, sudó.
SÍ: a sabiendas del veneno
que emanaba su olor..;
¡y, de mi loco DESENFRENO..!
NO se cortó.
¡MUY al contrario!
¡CÓMO vibró,
SEGURO, con el patético espectáculo!
Por supuesto: PASÓ.
Cuando, sin mirarme NUNCA,
por fin se bajó,
ya NO había la más mínima duda.
«El deseo es el poder iniciador de la VIDA, la PASIÓN posibilita su PERMANENCIA...» {versión al castellano de un antiquísimo aforismo de los -en grafía latina- va o wa, una de las 56 minorías étnicas de la actual república china}
Jaume de Ponts i Mateu